Soldador

“¡Atrás! Esto se va a poner muy caliente”.

El Soldador vive para las grandes emergencias. Si le das una semana para reparar una plataforma rota, bostezará y lo dejará para mañana. Pero dile que tiene 45 segundos para arreglar una tubería con fugas o todo el sistema de desagüe explotará, y se pondrá en marcha para solucionarlo en un momento.

El soldador nunca olvida su máscara (que le protege los ojos de las chispas y la luz brillante), su grueso delantal (que protege el resto de su cuerpo) y su buen soplete (que siempre lleva a mano). Con el metal crepitando y el tiempo a punto de agotarse, nunca pierde la concentración hasta que el trabajo está hecho, y bien hecho. Sin duda, ¡una minifigura capaz de soportar la presión!